UN UNIVERSO EN MÍ

 

Por: Laura Camila

En mi cuerpo habita un universo desconocido (incluso para mí), tengo millones de estrellas, planetas, algunas vías lácteas, creo que dos lunas y uno que otro sol. Me encanta ostentar la maravilla que me habita, porque yo no habito el universo, él me habita a mí, encontró en mi cuerpo el espacio perfecto para vivir. Algunas personas me observan, claro, seguro les gustaría conocer algunos de los misterios que se esconden en mi piel, ¡pero bah! Si ni yo misma los sé. Lo que sí tengo claro es que, así como tratamos de conservar la vida en la tierra por medio de prácticas que sosieguen el cambio climático, yo empleo habilidades para el cuidado de mi universo y, aunque sé que nadie es tan única como yo, cabe la pequeña posibilidad de que, en algún lugar lejano, otro universo haya decido posarse en la piel de alguien más, por lo tanto, daré mis “claves de cuidado universal”. Me protejo del sol, salvaguardando mis soles, lo hago a través de protector solar, usando sombrero y gafas de sol; me gusta hidratar mi piel de dos maneras: por medio de cremas corporales y tónicos, también bebo agua y consumo alimentos saludables como frutas y verduras; finalmente, asisto al dermatólogo con regularidad, especialmente cuando noto que algo falla en mi universo, no quiero que suceda una catástrofe universal que se hubiese podido evitar. Cuidar mi universo no es complicado, lo hago por mí, por él y para que la gente tenga la posibilidad de apreciar un universo terrenal.    

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